Yailin es una joven que empezó a incursionar en el mundo de los negocios una vez terminó sus estudios universitarios. Sin embargo, debido a la pandemia COVID-19, y al confinamiento tenía mucho tiempo libre, cosa que a ella le causaba mucho cansancio. Es ahí cuando ella sintió la necesidad de hacer algo, ya que se considera una joven activa y siente que siempre debe estar realizando alguna actividad. De esta manera, comenzó a ver videos tutoriales en Youtube, además, de leer de manera autodidacta libros relacionados con repostería.

Así que comienza a experimentar en el arte culinario de la repostería, mezclando ingredientes como harinas, frutas, azúcares; creando un producto con mucho sabor que lo hace diferente a los demás. La joven emprendedora,

afirma que sus mejores catadores eran sus padres y sus hermanos, todo producto salido del horno era llevado a la mesa de la familia para que se considerara la calidad del producto final. Ellos son muy críticos, y si había que modificar la receta se hacía. Además, la experiencia donde la familia participa la motiva a arriesgarse en el área de los negocios.

 Sus primeros clientes fueron sus familiares y amigos más cercanos. comenzó llevándoles su repostería como una forma de que aprobaran sus productos y fueron ellos mismo los que le aconsejaron que abriera su propio negocio, pero tenía temor que su producto no fuera aceptado por las personas que no eran su familia.

Sin embargo, en noviembre del 2020 se puso en marcha, aún en medio de incertidumbre y miedos.

La tienda de repostería Cup of love empezó llevando pasteles, galletas chilenas, pastel de zanahorias, etc, a sus familiares, siendo la publicidad que realizaban sus padres la más grande. También implementó una estrategia para aumentar sus ventas: degustaciones de su producto. Después de esto, empezaron a llegar pedidos pequeños, luego, en cantidades más grandes para eventos como bautizos, cenas

navideñas, y mucho más. El producto fue recomendado por la clientela y es así que ha logrado la aceptación de muchos.

Aunque la temporada en la que inició su negocio asegura que era alta a mediados de noviembre y diciembre siendo un desafío competir en el mercado asegura que competir no es fácil hay que tener perseverancia y creatividad, tener el balance e inteligencia emocional para poder sobrellevar el negocio.

Los desafíos más grandes a los que se ha enfrentado en este ámbito, afirma, que, es el de mantenerse aún en medio de la pandemia. Ya que el miedo a que el producto no fuese aceptado era muy grande, pero ella con sus inteligencia y destrezas ha sabido enfrentarse y superar las adversidades que se presentan cuando se inicia un negocio.

Por último, Yailin asegura que la mejor publicidad ha sido ofrecer un servicio óptimo a los clientes y todo lo que se realice en la vida se debe hacer   con perseverancia y creer en sí mismo, eso es lo que hace la diferencia.